Trabajar en una atmósfera de baja presión y con baja temperatura es complicado. Simular la formación de hielo seco en una superficie es técnicamente sencillo ya que únicamente es necesario suministrar la suficiente potencia de refrigeración para que el gas termine por condensarse en la superficie fría. Ahora bien simular una costra de hielo seco manteniendo la composición original de la atmósfera de Marte es lo complicado. A medida que vamos enfriando y va entrando gas este se va condensando y por tanto la composición de gases medida con el RGA se va modificando. Aumenta la proporción de nitrógeno y de argón en la atmósfera. En ese sentido la simulación debe de poder suministrar solamente la potencia de refrigeración adecuada para que la costra de CO2 haga a la vez de elemento aislante y evite la condensación de gas, de este modo el sistema ira recuperando progresivamente su composición original de CO2 a baja presión y temperatura como sucede en las regiones polares del planeta rojo. |