Esta obra presenta un desarrollo de ingeniería de vacío (construcción, diseño, fabricación y pruebas) que permite introducir moléculas, «encapsuladas» por un disolvente, dentro de un equipo de vacío para su posterior estudio. Estel trabajo es el fruto de una idea simple aplicada a uno de los problemas más antiguos de la ingeniería de vacío y muestra, por tanto, un camino nuevo para explorar nuevas ideas que puedan surgir en biología o química. Si se puede identificar con una palabra la ciencia para el siglo XXI esa es la interdisciplinaridad. Sólo cuando varias disciplinas científicas convergen se producen avances sustanciales en el conocimiento, que pueden dar lugar a la emergencia de una nueva tecnología.